Las catapultas son equipos complejos que requieren un alto nivel de mantenimiento y que pueden sufrir muchas averías si no se tratan con especial cariño. Es por ello por lo que varios países han elegidp para sus portaaviones los aviones (V/STOL) de despegue y aterrizaje vertical o de corto recorrido (como son el Harrier y el Sea Harrier), que no requieren la instalación de una catapulta.

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