Tras su puesta en servicio en 1927, el Lexington (CV-2) y el Saratoga (CV-3) no sólo eran los más grandes (36.000 toneladas de desplazamiento), sino también los más rápidos (35 nudos), unos de los más poderosos barcos de guerra del mundo. Además (muy importante), contaban con más de noventa aparatos embarcados, el doble de la capacidad de los portaaviones japoneses y británicos.

Pág. 41